Un motor de combustión interna funciona mediante la quema de combustible en su interior para generar energía mecánica. El proceso comienza cuando una mezcla de aire y combustible (gasolina o diésel) ingresa al cilindro. A continuación, un pistón comprime la mezcla, y una chispa de la bujía (en motores de gasolina) o la compresión misma (en motores diésel) enciende la mezcla, provocando una explosión.
La explosión empuja el pistón hacia abajo, generando un movimiento mecánico que se transfiere al cigüeñal, donde se convierte de movimiento lineal a rotatorio. Este movimiento rotatorio es luego utilizado para accionar otros mecanismos. El ciclo se repite continuamente a gran velocidad, impulsando el motor.
Fallas que ocurren si no se realiza mantenimiento regular en un motor de combustión
Las fallas más comunes en un motor de combustión interna suelen estar relacionadas con el desgaste de componentes y problemas en los sistemas de combustible, encendido, y refrigeración.
Un nivel bajo de aceite o un filtro obstruido puede generar fricción excesiva entre las piezas móviles, provocando un desgaste prematuro en los cilindros y los anillos del pistón. Esto causa una pérdida de compresión en los cilindros, reduciendo la potencia del motor y aumentando el consumo de aceite.
Inyectores sucios o defectuosos pueden alterar la cantidad de combustible que ingresa a los cilindros, al igual que bujías desgastadas o sucias. En ambos casos, pueden provocar encendidos erráticos, afectando la combustión y el rendimiento del motor.
Por otro lado, los problemas en la bomba de combustible pueden hacer que esta no suministre suficiente combustible al motor, generando una mezcla pobre, reduciendo la potencia y provocando sobrecalentamiento.
Mencionando el sobrecalentamiento, un radiador o mangueras con fugas pueden causar un aumento en la temperatura del motor, dañando gravemente los componentes internos.
Por ultimo, el desgaste en la correa de distribución puede provocar fallas en la sincronización entre el cigüeñal y el árbol de levas, causando daños en las válvulas o los pistones.
Cómo mantener la eficiencia y el rendimiento en un motor de combustión
Mantener los sistemas de lubricación, refrigeración y combustión en condiciones óptimas reduce la pérdida de energía y mejora el rendimiento del motor. El objetivo es que el equipo funcione dentro de los parámetros adecuados de ruido, temperatura y presión de aceite recomendados. Para lograrlo, es necesario un mantenimiento eficaz que siga un plan estructurado con inspecciones diarias, semanales, mensuales y anuales. Cada tipo de mantenimiento tiene objetivos específicos y procedimientos detallados para garantizar la operatividad y prolongar la vida útil del motor.
Mantenimiento diario de un motor de combustión
Las inspecciones diarias no solo aseguran que el motor funcione correctamente en todo momento, también que entregue la potencia requerida en el proceso y bajo un consumo de combustible eficiente.
Actividades para mantener el motor funcionando durante el día
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Inspeccionar el motor en busca de fugas o correas sueltas/deshilachadas.
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Comprobar los niveles de fluidos, sean de combustible, aceite lubricante y refrigerante.
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Drenar el agua y sedimentos de los filtros de combustible/separadores de agua.
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Verificar el sistema de control del motor para asegurarse de que todos los indicadores, luces
de advertencia e indicadores de alarma estén operativos.
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Controlar los medidores de presión y temperatura, y apague el motor si las lecturas no
coinciden con las especificaciones.
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Determinar si el motor emite ruidos extraños.
Mantenimiento mensual de un motor de combustión
El mantenimiento mensual es un paso adicional para prevenir fallas funcionales o catastróficas en los componentes internos del motor, asegurando su funcionamiento eficiente. Aquí se mencionan algunas recomendaciones.
Acciones mensuales para prevenir paradas en el motor
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Inspeccionar el cableado del motor en busca de daños externos.
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Verificar la tensión de las correas del motor.
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Revisar tuberías, mangueras y abrazaderas.
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Checar el filtro de aire.
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Revisar el tapón del cárter para detectar posibles fugas de aceite lubricante.
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Analizar la calidad del refrigerante y reemplazar el filtro.
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Cambiar el aceite y el filtro o los filtros correspondientes. Realizar un análisis de aceite para
determinar la calidad del aceite y decidir si es momento de cambiarlo. -
Drenar agua y sedimentos de los depósitos de combustible.
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Verificar el sistema de enfriamiento y realizar la limpieza del radiador si es necesario.
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Inspeccionar y probar la bomba de aceite y la bomba de refrigerante.
Mantenimiento anual de un motor de combustión
Cada año, se deben realizar inspecciones y mantenimientos más completos que aseguren el óptimo rendimiento del motor de combustión y asegurar una larga vida útil.
Tareas anuales para extender la vida útil del motor de combustión
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Apretar los pernos de montaje del motor a su base al valor de torque apropiado.
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Revisar todos los sistemas de protección del motor.
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Contratar un servicio profesional para limpieza de los depósitos de combustible.
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Inspeccionar el amortiguador de vibraciones.
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Comprobar la bomba de refrigerante.
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Inspeccionar la tapa de presión de refrigerante para ver daños visuales.
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Revisar el turbocompresor (si aplica).
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Reemplazar bujías o inyectores (Cada dos años o según especificaciones del fabricante).
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Ajustar válvulas (cada dos años o cada 10000 horas).
Apunta cada actividad en el historial de mantenimiento del motor de combustión
Llevar un registro minucioso de todas las actividades de mantenimiento es esencial para la gestión eficiente de los equipos. Este registro no solo facilita el control, sino que también actúa como evidencia de cumplimiento con las normativas de seguridad.
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Monitoreo de las actividades: Anotar todos los cambios de piezas, ajustes realizados y resultados de las inspecciones y pruebas. Este historial es valioso para anticipar futuras necesidades de mantenimiento y asegurarse de que todos los procedimientos se han seguido correctamente.
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Órdenes de trabajo (OT): Todas las actividades de mantenimiento deben documentarse mediante órdenes de trabajo. Este método formaliza y organiza las tareas de mantenimiento, facilitando la gestión y el seguimiento de cada motor de combustión.
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