Anteriormente, escalar un negocio compitiendo contra empresas tradicionales significaba superar grandes barreras financieras y tecnológicas. En la época actual, gracias a la disminución de los costos de las tecnologías escalables y la democratización de las herramientas de comunicación, estas barreras de entrada se están desvaneciendo rápidamente.
En el presente, las grandes empresas se enfrentan a un conjunto creciente de desafíos para mantenerse frescos e innovadores frente a sus clientes. Según una encuesta de Accenture, solo un pequeño número de organizaciones genera una proporción significativa de sus ingresos de nuevas actividades. La disrupción necesita formas de pensar nuevas y diferentes, ya sean formas alternativas de liderazgo o atributos culturales, pero muchas empresas están estancadas en el pasado y carecen de la agilidad organizativa que tanto necesitan.
Hoy en día, las startups tienen todas las herramientas y oportunidades de irrumpir en los mercados, antes de que los líderes tengan tiempo de reaccionar.
Por ejemplo, Airbnb y Uber demostraron que nuevas empresas con nuevos conceptos de negocio las convierten en amenazas. Cuando una startup lanza un nuevo producto o servicio, las corporaciones tienen que actuar rápido y ofrecer algo similar. De lo contrario, correrán el riesgo de perder su posición en el mercado.
Es por eso, que en la constante búsqueda de la innovación, las grandes empresas están comenzando cada vez más a ver a las startups, no como una amenaza, sino como una oportunidad para colaborar.
Si bien las asociaciones entre empresas y startups difieren de un caso a otro, la idea detrás de ellas es similar: las empresas pueden aprovechar la agilidad de las startups y compartir las redes de los demás.
No obstante, esta colaboración no está libre de desafíos, hay grandes barreras que atravesar para construir una asociación exitosa y duradera entre una startup y una corporación. Por ejemplo, una cultura empresarial diferente, métodos de trabajo, estilos de comunicación, la velocidad de ejecución, las tareas y sobre todo, las expectativas de la empresa.
El proceso de desarrollar una relación entre corporaciones y startups es vasto, variado y en evolución, adaptándose de manera única en cada caso. Si bien no existe un camino único infalible o confiable para el éxito, hay muchas oportunidades de asociación posibles.
En este sentido, los aceleradores corporativos están aumentando en popularidad. Estos toman startups con un equipo y una idea existentes, y las acelera para optimizar todos los aspectos de la operación, llevándolos a escalar más rápido. Las colaboraciones en estos ecosistemas incluyen también hackatones y pruebas piloto.
Si la estrategia de cooperación es implementada cuidadosamente entre las startups y las empresas, podría resultar ser una solución beneficiosa no solo para ambas partes sino también para la industria y el ecosistema emprendedor.
Latinoamérica no se ha quedado atrás en este aspecto, según el estudio "Grandes Empresas + Startups = ¿Nuevo Modelo de Innovación?", más de 2.000 startups están asociadas a grandes empresas para nuevos modelos de innovación.
En el último año, Fracttal ha colaborado con grandes empresas en pilotos de nuevos procesos a ser implementados dentro de sus organizaciones, resultando en casos de éxito para estas últimas.
Si a tu empresa le interesa colaborar junto a Fracttal para innovar en tus procesos de mantenimiento, escríbenos a contacto@fracttal.com o puedes poner en contacto con cualquiera de nuestras oficinas.